martes, 16 de octubre de 2012

Una historia que todavía no es escrita, no del todo.

De repente el fuego apareció y se esparció rompiendo la calma que caracterizaba a ese pacífico lugar, nadie salió herido pero varios sorprendidos aunque, en mi caso, fue diferente ¿por qué? Porqué me sentía impotente de que el legado de una familia, mi familia, se hubiese perdido como viles cenizas. “Tranquila” murmuro en mi oído “Tu, yo, ellos, todos estamos vivos y estamos bien...” “Pero yo no lo estaré” le respondí bruscamente limpiando las lágrimas que brillaban en mis mejillas, para él no tenía tanto valor pues no sabía lo que se escondía detrás de aquellas paredes, no sabía los secretos que mis palabras no ocultaban, simplemente no sabía que yo no era como él...
Él no sabía de lo que yo era capaz de hacer, de las habilidades que me habían sido conferidos para salvar y proteger a esta jodida humanidad que no podía ser salvada de aquel enorme abismo en el que se encontraba, lleno de egoísmo y avaricia que llegaba a afectar a las mas puras almas que reinaban este planeta.
“Lo estarás” me tomo de ambos brazos y me hizo girar quedando frente a frente con nuestros labios a centímetros o, más bien, milímetros. Su aliento chocaba contra el mío y sus ojos observaban mas allá de mi físico, observaban mi alma, mi ser pero no aquel que aparentaba si no que el verdadero, aquello que me hacía yo.
“Sé lo que eres, se quien eres” suspiro y me sonrío “Porque...” aclaro su garganta y cerró sus ojos “Porque yo soy como tú” abrió sus parpados y me mostró unos ojos del mismo tono que los míos escondidos detrás de estas lentillas de contacto color café oscuro, sin temor, agache mi cabeza y me saque las lentillas dejándolas caer al suelo. Levante mi cabeza y ambos sonreímos, ya no estaba sola en este mundo. Note su rostro acercándose al mío pero yo acorte la distancia mas rápido y estampe mis labios contra los suyos...

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